domingo, 24 de febrero de 2013

Vendo torre hecha de papel





Cumplimos el atardecer
asomados a la ventana
con las manos aún temblando
en la esquina de la oscuridad
Envueltos de lucidez
permanecidos y opacos
Cuántas lámparas crepitan
mientras bajamos las cortinas
sin nada que decirnos
sin nada que ocultar
más que el anuncio de la tristeza
al borde de las palabras
que llevamos a la cama
mientras busco la torre de tu espalda
mientras rozas la tibieza de mis nalgas...

Marina Centeno
Yucatán México