sábado, 23 de noviembre de 2013

Interiores




Ah qué Maestro más dulce me he encontrado
en él se mecen las hojas de los árboles
con el nido repleto
cuánto más el viento adusta
la naturaleza del tirano
acostado al renglón de la esperanza
con la costumbre del obrero
después de la jornada
que siembra minerales
para que coman los gusanos
mientras las flores hieren con su sombra
-la característica de la podredumbre-
mientras escribo líneas de agua
y trasmuto el cinismo a otras vidas
para saber si así cambia el paisaje


Marina Centeno
Yucatán México