lunes, 9 de febrero de 2015

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Ahora bién digamos que me amas
a plenitud al medio o en lo ínfimo
con esa arrogancia que te arropa
cuando dejas tu lado fetichista
y te ahuyenta la mezcla del alcohol
Soy el blanco de todos tus indultos
la que cubre de páramo el minuto
¡No me detenga el ruido de este mundo!
¡No me detenga el llanto y el cuchillo!
Que este pico punzante que se clava
sea el grito de todos nuestros gritos
al unísono rozando el desvarío
de los fuertes latidos del error



Marina Centeno

Imagen: ©marinacenteno