martes, 1 de diciembre de 2015

La casa de mi Madre

Imagen tomada de la red




En casa de mi Madre había risas
sustancias olores desacuerdos
tempestades de vicios primerizos
con amenazas ternura de silencios

Había cataclismo de valientes
con pilares de miedos obstinados
que deseaban morderse uno con otro
para hacerse animales de lo abrupto

En casa de mi Madre las luciérnagas
tenían la misión de perdedoras
con el brillo en la cima de lo obscuro
en los lacios cabellos de la vida
ofrecida entre páramos y juegos

Hoy están los racimos de la fruta
con las torpes caricias de las hojas
restregando las larvas en nosotros
como un témpano absurdo que la muerte
ha dejado su huella entre las fotos

¡Me parece que el tiempo se detiene!
¡Me parece que el frío se hace lento!

¡Las espumas esparcen su bravura
musitando las fauces del silencio!

La casa de mi Madre sigue adusta
con sus flores y el canto de los pájaros
hacia el fondo de lo acontecido
como un cúmulo de fotografías
que empecinan su ardid en el misterio


Marina Centeno


De PIOVIGGINA