martes, 13 de febrero de 2018

Boceto de la espera




Subordiné el olvido hacia la puerta
viendo pasar a las nubes en retardo
viendo caer de espaldas la hojarasca
para saber que el frío se hace lento
y que el día es un tropiezo del sol
[Nos volvemos pedazos de sentencias
trenzados al muro de la soledad]
Cuántas veces volando en el olvido
llegué a los delirios del crepúsculo
arrebatada de insomnios y letargos
para fenecer querellas al vacío
y volverme polvo en la aproximación
[Algo funciona mal con la llovizna]
Con esa brevedad que precipita
La brusca situación con que humedece
la cifra donde aguardan los recuerdos
Por eso es que aprisiono la tristeza
Y dejo que resbalen hasta hasta el piso
Las letras que divagan en el verso
Alguna vez decidirá el presagio
Aumentará el ritmo de la espera
Para saber que sobra la distancia
Entre la adversidad de la metáfora
Y el poema abrupto de tragedia
Se llenará mi cuerpo de horizontes
Para cubrir -entonces- mi tristeza
Con la absurda razón en el olvido

Marina Centeno

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